Este fin de semana pasado como ha comentado mi compañero de entreno Cristo Socorro en su blog, se las prometía ser duro, y se avecinaba batalla, y no defraudo, sin duda hasta la fecha el entreno de bici en el que mas me he divertido. El sábado teníamos un día de transiciones, por la mañana en la piscina de la isleta nadamos, después a las once mas o menos saldríamos de las arenas para poner rumbo a la carretera del norte, un par de vueltas con mucho movimiento, vuelta por Arucas donde Chris demostró quien es el gallo del corral, y después una transición de 30 minutos bastante positiva de menos a mas.
El domingo tocaba salida con la peña del obelisco, un grupo muy numeroso este día y también se avecinaba batalla. Salíamos del obelisco en Tomas Morales y poníamos rumbo como el día anterior, hacia el norte adueñandonos de la carretera ya que el grupo era muy numeroso y cuando empezábamos a cruzar el puente que va hacia la cuesta Silva empezaron los movimientos, se escapaba uno y detrás salía otro chico y Chris que estuvo muy atento, yo que no estaba tan atento y no tan bien colocado me costo lo suyo enganchar con los tres, y después de que Chris me diera las ordenes de equipo en la ultima cuesta para llegar al Cenobio lo doy todo para llegar el primero, ya después solo quedaría llegar a Agaete, saludar a Armando que estaba trabajando en el ambulatorio y vuelta a Las Palmas los de siempre, Cristo, Chris, Joel, Ivan y yo, en la vuelta que ya estaba subidito por lo de antes intento escaparme yo solo por la autovia hasta empezar a subir al Cenobio otra vez, me engancha Chris y llegando al final, me da una lección de veteranía y forma y me deja botado. Sin duda nos lo pasamos como niños chicos en nuestras salidas.
Cuatro días ya para el duatlón, el segundo de la temporada, solo se puede desear que salga mejor que el anterior.
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